El jueves cuando llegué a la facultad me encontré con un evento nunca antes visto, había un montón de gente viendo algo que no alcanzaba a ver, sólo sabía que un montón de gente no podía quitar los ojos de algo que había en una pared que yo no podía ver. La gente se amontonaba fuera del teatro, viendo aquello que era un misterio para mi. Recordé entonces que en esa pared había una pantalla, ingenuamente llegué a pensar que había una conferencia muy buena en el teatro, y que como éste ya estaba lleno la estaban pasando por las teles para que toda la gente de fuera pudiera verla... ni si quiera noté el exceso de playeras de la selección mexicana entre el público, y justo cuando puedo ver lo que tooodos veían sin poder quitar los ojos un segundo me di cuenta de que era un partido de fútbol... No pude evitar reirme y hacer cara de osh! cosa que me alegra que nadie haya notado.
Después fui hacia la cafetería, mientras escuchaba al montón de gente gritar como una sola voz... en ese momento me llegué a sentir un poco antipatriótica... ¿cómo era posible que no formara parte de la afición mexicana, que no me emocionara a una sola voz junto con mis compañeros universitarios y además paisanos?
Jamás entenderé la loca afición por el fútbol, si bien a veces es padre ver algún buen partido y gritar un poco y echar el coto con los amigos, no soy capaz de babosear y frustrarme por un partido, ni si quiera me emocionó el hecho de que México le ganó a Italia, además... ni siquiera me gusta el fútbol, realmente no tiene mucho chiste... correr tras una pelotita... pfff!!! es un deporte más para jugarse que para ver...
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