Rubén Darío

Un intelectual no encontrará en la tarea periodística sino una gimnasia que lo robustece. Rubén Darío
No soy intelectual ni periodista, pero sí creo que el ejercicio de redactar las ideas y ponerle palabras a los sentimientos ayuda a aclarar el pensamiento.
An intellectual will not find in the journalistic work but a gymnastic that strengthens. Ruben Dario
I am not an intellectual nor journalist, but I do believe the work of write down ideas and putting words to the feelings helps to clarify the thoughts.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Wolverine premiere

Aún estaba en la escuela cuando mi hermana me llamó
"Me hablaron mis primas, que Hugh Jackman va a estar en el Auditorio, ¿quieres ir?"
Pregunté a qué hora se irían y mi hermana contestó que en un rato, yo sabía que haría una hora de camino a mi casa, estaba algo cansada, acalorada y con hambre. "Te hablo cuando llegue a la casa" le dije.
Salí de la escuela debatiendo conmigo misma si me interesaba ir o no al Auditorio Nacional a ver Hugh Jackman, la verdad es que como actor me gusta mucho, y también considero que es muy guapo, pero la idea de estar en medio de un montón de gente sólo por ver pasar por tres segundos a una persona me hacía recordar lo cansada que estaba y lo mucho que ansiaba llegar a mi cama.
En camino a mi casa comenzó a entrarme la emoción, que tal que podía acercarme a él, me imaginé contándo una gran aventura a mis amigas en donde les decía lo cerca que lo vi y cómo sus ojos se habían posado en mi por una milésima de segundo. Me llegó un mensaje de mi hermana "Alcánzanos allá para que lleves la cámara".
Cierto!!! yo traía la cámara (la cual por cierto es de Lucía en realidad, gracias por eso por cierto!!!) me la había llevado a la escuela para tomar unas fotos que necesitaba, pensé en ir directo hacia el Auditorio sin pasar por mi casa, así llegaría más temprano, porque si me iba a mi casa... que tal que ya no alcanzaba a Hugh!!! Luego recordé que la memoria de la cámara se había acabado, y ni pensar en borrar las fotos que tanto trabajo me había costado tomar, también recordé que ya casi no tenía pila, en resumen, decidiera ir o no al Auditorio tendría que pasar a mi casa a descargar las fotos y cargar la batería y mi estómago me recordó que también tendría que comer algo.
Llegué a mi casa muy acalorada, puse a cargar la cámara mientras comía y descargaba las fotos, me lavé los dientes y me quedé viendo el reloj... eran las seis, mi hermana se había ido a las cinco ¿aún la alcanzaría? comencé a desilusionarme y mi cama me llamaba a gritos. Decidí hacer algo... iría al Auditorio...
Llamé a mi hermana y no me contestó, llamé entonces a mis primas "¿en dónde están?" pregunté... "acá" fué la respuesta... "acá ¿dónde?" "del otro lado del metro" Caminé, había muchísima gente en las escaleras, alrededor de la alfombra roja, yo buscaba a mi hermana y mis primas... nada... me puse justo debajo de la bandera, pensando que estuvieran donde estuvieran si les decía que estaba en la bandera ellas me verían y me guiarían, y justo como lo esperaba la respuesta de mi prima fue "¡ya te vi! Voltea hacia acá" "acá ¿dónde?" volví a preguntar... escuché gritos a través del celular, supe que estaban tratando de hacerme señas... busqué entre la multitud de las escaleras cerca de la alfombra roja, no había nadie... fui recorriendo la fila de gente y entonces las vi, tres chicas agitando los brazos lo más que podían, fui hacia ellas.
Estaban cerca de donde pasaba la gente de entrada, pegadas a la cerca que dividía a la gente que sí podía pasar y a la que no, de espaldas a la alfombra roja y no había señas de que Hugh Jackman apareciera pronto.
Me coloqué pegada a la cerca, con esa cualidad que tenemos los mexicanos de meternos en los lugares donde la multitud se aloca, en realidad en el lugar en el que estábamos no había mucha gente. Pasaron algunos famosos, mucha gente saludaba y mi pregunta siempre era la misma ¿quién es? la verdad es que no veo mucho la televisión, así que aunque pasaban personas que toda la gente saludaba con entusiasmo yo jamás pude reconocer a alguien. Miraba las caras y sólo vi a un señor que se me hizo conocido, pero no tengo la menor idea de cómo se llamaba, luego mi hermana gritó "¡Kalimba!" y entonces lo vi, saludó de lejos y se fué, no me emocionaba mucho ver sólo a Kalimba, el calor me estaba afectando y comencé a pensar si realmente había valido la pena el haber sacrificado mi cama por ver a Kalimba.
Dieron distintos regalitos: gorras, garritas de Wolverine, cadenitas, fotos. Extendiendo los brazos y gritándoles a quienes las repartían conseguí una foto y una cadenita, mi hermana y mis primas unas garritas. Después de un rato la gente de seguridad comenzó a correr, como si algo importante fuera a pasa... ¡ya llegó! y toda la gente comenzó a gritar... y entonces apareció... todo vestido de negro en una moto y le tomé tres maravillosas fotos mientras pasaba por tres segundos a unos cinco metros de distancia, "¡genial!" pensé "como pasó en moto lo vimos menos tiempo que si hubiera pasado caminando" creí que debía de hacer valer la pena el hecho de haber estado esperando en el sol, así que corrí a donde supuse que lo entrevistarían, había mucha gente y me separé de mi hermana y mis primas, fue entonces cuando más maldije mi 1.57m de estatura... no podía ver nada. Entonces escuché: Hugh va a pasar un buen rato saludando a cada uno de ustedes, y vi como se acercaba a la cerca donde segundos antes me encontraba... corrí más rápido que jamás en la vida y de nuevo me colé entre la gente para recuperar mi lugar pegada a la cerca. Hugh estaba justamente dedicándoles un tiempo a cada persona, firmaba autógrafos y regalaba gorras. Poco a poco se fue acercando más y más, y la emoción fue creciendo... por fin llegó a donde estábamos... le tomé tantas fotos como pude mientras gritaba "Hugh I love you!!!" atacada de la risa mientras pensaba en cómo el efecto multitud, del cual tal vez un día escriba en este blog, me estaba fectando al grado de estar haciendo cosas que normalmente considero tontas.
Cuando llegó frente a nosotras le di mi foto que oportunamente me había ganado, la utografió con tinta plateada y le tomé fotos, traía lentes de sol, pero aún así sé que por un momento sus ojos se posaron en mi... al menos en mi mano para regresarme la foto. Mis primas le dieron un libro de México y él les contesto diciendo "gracias" con su esperado acento gringo, lo cual hizo que todas las chicas que estaban alrededor, las cuales por cierto me aplastaban contra la cerca hasta casi cortárme la respiración, gritaran(mos) como locas. Hugh tomó algo de las personas de seguridad que le rodeaban lo autografió y se lo dió a mi prima... diciendo "this is for tonight" y se alejó mientras seguía firmándo autógrafos y regalando cosas.
Nos alejamos pensando que lo mejor ya había pasado... no lo volveríamos a tener tan cerca como hasta ese momento, así que decidimos irnos una vez que la miltitud había dejado de aplastarnos. Empezamos a caminar... y fue cuando le dije a mi prima que checara lo que él le había dado... eran dos boletos para entrar a ver la película. En realidad no pensamos mucho en quiénes debían ser las dos personas que entraran (porque además de nosotras estaban el novio de mi hermana y de mi prima), les dije a mis primas que ellas entraran, al fin y al cabo de no haber sido porque ellas nos habían invitado jamás habríamos sabido que Hugh Jackman iba a estar ahí. Después de que nos dieran sus cosas nos despedimos.
Terminé contenta, la verdad es que no esperaba haberlo tenido TAN cerca, y tener el autógrafo de un actor que sí me gusta llega a emocionarme. Es la primera vez que hago cierto sacrificios, como haber abandonado a mi cama, estar esperando un buen rato en el sol y dejar que la multitud me aplastara; por ver a un actor de cine, y me da gusto pensar que valió la pena, no entré a ver la película, pero eso puede esperar.
Cuando llegué a mi casa me conecté y después de un rato se conectó mi mejor amigo, fue cuando me enteré que él también había ido, y que había estado adentro... pfff!!! así es la vida... aún así fue padre.

domingo, 24 de mayo de 2009

Pag. 223

Hay veces que leo algo y siento como si el autor hubiese podido explicar con palabras lo que yo sentí en algún momento y que no había podido describir, y es entonces cuando me enamoro de algún texto. Hoy no me he podido sacar de la mente a una persona, le he pensado más de lo que normalmente le pienso, y he tratado de buscarle por todos los medios posibles una y otra vez sin obtener respuesta. Me pregunto si esa persona me piensa tanto como yo le pienso...
No puedo evitar acordarme de algo que alguna vez leí, y que desde entonces sentí que describía a la perfección el sentimiento que parecía que me ahogaba, encontrarle palabras a eso fue un alivio; pero ahora cada que la locura comienza a invadirme recuerdo esas palabras y el poder decir lo que siento a veces hace que la locura se avive.
Transcribo las palabras, pero no al autor ni al libro, simplemente por sentirlos muy mios, basta decir con que son de mi libro favorito.
...¿Sabe usted lo que es tener dieciséis, diecisiete. dieciocho años y estar obsesionada por sólo la sucesión de gestos, de estados de ánimo, de movimientos, que en conjunto forman ese algo que a veces llega a parecer irreal y que es una persona?... No, ¡qué angustia! ¿Qué puede saber usted con los ojos tranquilos con que mira? Nada sabe tampoco de ese querer guardar lo que desborda, del imposible pudor de los sentimientos.

Daré un premio a quien sepa el autor... o por lo menos el nombre del libro.
También hay premio a quien sepa quién es la persona que no he dejado de pensar (;

viernes, 22 de mayo de 2009

Mira como tiemblooo

El día de hpy se registró en el DF un temblor a las 14:24 con intensidad de 5.9 grados y con el epicentro en el sureste de Puebla, por suerte no hay daños ni víctimas, pero... cada quien lo vive a su modo.
Yo estaba en la función del Taller Coreográfico de la UNAM, en el Teatro Carlos Lazo junto con al menos otras 200 personas. Desde un principio sentí que el piso se movía, pensé que seguramente alguien estaba pateando el asiento y traté de no darle mucha importancia, a los tres segundos escuché como la madera que tiene las paredes del teatro sonaba, y fue cuando empecé a preocuparme, pero al ver que nadie se movía supuse que sería un ruido provocado por alguien en la parte de los camerinos, luego la madera volvió a crujir, pero más fuerte, al mismo tiempo que las luces del teatro se columpiaban, lo cual hizo que no sólo yo comprobara de que se trataba de un temblor, sino que la mitad de la gente en la función se levantara y comenzara a ir hacia la salida, muchos gritándo y empujándose, me levanté y me dispuse a salir, las luces del teatro seguían apagadas así que el desconcierto de la gente era mucho, los bailarines seguían bailando aunque se notaba la confusión en varios de ellos. La histeria de la gente me hizo detenerme, supuse que resultaba más seguro quedarme en mi lugar a unirme a la locura de tratar de salir del teatro a empujones y tropezones, alguien gritó "No corran" muchas veces, la gente pareció calmarse, pero continuó saliendo, la mitad del teatro se quedó vacía, otros seguíamos dentro, muchos aún estaban de pie, y al igual que yo parecían estar comprobando que ya no estaba temblando. Cuando me aseguré de que el piso ya no se movía me senté, la función seguía y terminó como cualquier otro día. Pero con muchísimos puntos más hacia el profesionalismo de los bailarines, quienes a pesar de todo el desastre que se provocó entre el público siguieron bailando.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Benedetti

El domingo en la tarde Lucy me dijo que Mario Benedetti había muerto, busqué la noticia en Internet y lo comprobé.
A Benedetti me costó trabajo entenderlo, no por su lenguaje, sino por su forma de ver la vida y al amor, recuerdo haberlo leído desde pequeña, y creo que lo entendí hasta que conocí al amor, o tal vez reconocí el amor gracias a sus palabras.
Sus poemas resultan tan familiares, y hasta ahora no he conocido a alguien que no haya escuchado de él. Tenía tanta facilidad para acercarse a la gente con sus palabras, que es fácil adueñarse de un poema de él para expresar algún momento de la vida.
Aunque desde que recuerdo había leído sus poemas La Tregua fue lo que hizo que lo ubicara como uno de mis escritores favoritos. La forma de explicar el amor, la muerte, el sexo, la felicidad. Casi podría asegurar que ese libro se convirtió en uno de los pilares de mi vida desde que lo leí. Y por lo mismo pongo una pqeueña cita del libro, es el mejor resumen del libro, y es una de las frases que me repito casi todos los días, y que la gran mayoría de las veces me hace sonreír, a pesar de la nostalgia que lo rodea.
Es evidente que Dios me concedió una vida oscura, ni siquiera cruel, simplemente oscura, es evidente que me concedió una tregua. Al principio me resistí a creer que eso era la felicidad, me resistí con todas mis fuerzas, luego me di por vencido y lo creí; pero no era la felicidad, era sólo una tregua. Ahora estoy metido otra vez en mi destino, y es más oscuro que antes, mucho más.

Es curiosa como es la vida, o la muerte tal vez... hace un año murió Pedro.

sábado, 16 de mayo de 2009

Si pudiera

Te lo dije, pero lo escribo porque es algo que no logro sacarme de la cabeza

Si pudiera hacer lo que yo quisiera sin importar nada, ni nadie, ni lo que pudiera pasar después ¿sabes qué haría? Iría contigo y te abrazaría y te besaría por horas y horas y días y días y toda la vida,
si pudiera...
pero no puedo.

viernes, 1 de mayo de 2009

Crónica de una epidemia 5

Hoy es día del trabajo, un día que normalmente se festeja que no hay que ir a la escuela y tampoco ir a trabajar. La idea del puente me tenía emocionada, siempre es bien recibido un día de descanso, pero ahora con la epidemia, da igual que haya escuela o no, así como ayer daba igual que fuera día del niño o no. No es padre un día en el que nadie trabaja si los días anteriores y el día que le siguen van a ser iguales.
He decidido comenzar a hacer mi tarea, el ocio no es padre cuando es obligado, y las tareas se disfrutan más cuando no se tiene el tiempo amenazando con acabarse.