Rubén Darío

Un intelectual no encontrará en la tarea periodística sino una gimnasia que lo robustece. Rubén Darío
No soy intelectual ni periodista, pero sí creo que el ejercicio de redactar las ideas y ponerle palabras a los sentimientos ayuda a aclarar el pensamiento.
An intellectual will not find in the journalistic work but a gymnastic that strengthens. Ruben Dario
I am not an intellectual nor journalist, but I do believe the work of write down ideas and putting words to the feelings helps to clarify the thoughts.

miércoles, 26 de enero de 2011

Mi vicio

Hablando con un amigo sobre la decisión de cerrar mi Facebook, debido al dolor que me causaba ver que la persona, a quien yo quiero estaba (virtualmente) coqueteando con alguien más, y con quien tal vez ya había comenzado una relación, surgió un cruce de diálogos digno (según yo) de ser publicado aquí.
(A pesar de que la conversación fue vía msn no la tengo tal cual como sucedió, debido a que, gracias al cielo, no tengo la tonta y enfermiza costumbre de guardar conversaciones, así que si existe alguna anomalía en el relato de la misma es debido a mi mala memoria, sin embargo, la esencia en sí, es la misma)
Dijo: es chistoso, porque tú una vez dijiste que no eras celosa, y ahora cerraste tu Facebook porque te da celos que él esté con otra.
Dije: No, no es que me de celos, es que me duele, es distinto. Si fueran celos estaría enojada, pero me duele, y me pongo triste, y ya me ha dolido por mucho tiempo.
Dijo: Sí, te entiendo, pero luego como que se hace vicio que te duela no? Cuando pasó lo de Perenganita (nombre inventado por mí para efectos de narrar la conversación) había veces que en la escuela iba a donde sabía que ella iba a estar, y aún cuando sabía que iba a estar con su wey, y aún cuando sabía que me iba a doler, pasaba por donde estaban ellos, y luego me metía a su perfil y leía todo lo que su wey le escribía, y me dolía, pero lo seguía haciendo.
Dije: No, el vicio no es que él me duela, el vicio es que me haga reír. Porque no importa cuántas veces yo decida alejarme de él, de pronto lo veo, me hace una broma y no puedo hacer más que reírme, y me doy cuenta que no puedo estar lejos de él, que no puedo sacarlo de mi vida.

Y es cierto, porque las risas que él me dio, y que me seguirá dando valen por todas las lágrimas que han salido de mis ojos, no tanto a causa de él, pero sí por él, y estoy segura que mientras él siga sacándome sonrisas cada que lo veo, mi vicio seguirá siendo que él me haga reír, aún cuando el precio sea llorar cuando ya no está.

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