Rubén Darío

Un intelectual no encontrará en la tarea periodística sino una gimnasia que lo robustece. Rubén Darío
No soy intelectual ni periodista, pero sí creo que el ejercicio de redactar las ideas y ponerle palabras a los sentimientos ayuda a aclarar el pensamiento.
An intellectual will not find in the journalistic work but a gymnastic that strengthens. Ruben Dario
I am not an intellectual nor journalist, but I do believe the work of write down ideas and putting words to the feelings helps to clarify the thoughts.

domingo, 22 de enero de 2012

Deseo


Hoy me desperté sin abrir los ojos, sentí todo mi cuerpo y comencé a pensar con todo mi corazón…
Quiero abrir los ojos y descubrir que estoy en mi cama, viendo la cortina de mi cuarto y cómo la luz se cuela por el espacio entre ella y la pared. Quiero ver la silueta del desorden de mi restirador, de la lámpara y de mi lap, contra la luz. Quiero darme la vuelta y mirar mi pequeño tocador, con mi cuna de Moisés floreando, quiero ver mi closet, y el montón de planos que tengo guardados. Quiero mirar los focos del techo, y reírme por el hecho de que uno de ellos está eternamente fundido. Quiero estirar los pies sintiendo los libros que leí la noche anterior y que siempre dejo a los pies de mi cama. Quiero ver mi librero, tan lleno de papeles que siempre me prometo que terminaré de ordenar y de leer, quiero ver las fotos y los recuerdos que revueltos con el polvo y otras tantas cosas se mezclan. Quiero ver la foto que me regaló Lucía donde salimos Dona, Lari y yo pegada en mi puerta, y que siempre está despegada de una esquina. Quiero escuchar a mi mamá preguntarme que cómo amanecí mientras entra a buscar su ropa en los cajones y escuchar el roce de la madera, escuchar a mi hermana dar su eterno saludo de buenos días, su agudo grito de ¡vampiro! Quiero escuchar a mi papá llegar en el coche con las compras de la despensa para saltar de pronto de la cama para vestirme y salir a ayudar a sacar las cosas del coche. Quiero desayunar sintiéndome en casa, tomar mi celular y teclear: vas a hacer algo en específico hoy? Nos vemos? Te quiero! Y enviar ese corto pero conciso mensaje a las personas que tanto extraño y que tanto quiero. Eso es lo que quiero, lo que quiero con toda el alma, y me lo repito tantas veces como puedo mientras un tanto temerosa abro los ojos, y descubro que lo que tengo frente a mi es el espejo del cuarto del departamento, la luz tan rara de Santiago entrando por la ventana eternamente abierta, para tener siempre presente el cielo de esta ciudad. Veo el reloj del microondas desde la puerta, recordándome que debo prepararme el desayuno y lavar los trastes, que debo lavar mi ropa y sacar la basura, que tengo que ir por la despensa, y que además debe darme tiempo para hacer tarea. Cierro los ojos de nuevo y me digo: pero querías irte de intercambio ¿no?

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