Rubén Darío

Un intelectual no encontrará en la tarea periodística sino una gimnasia que lo robustece. Rubén Darío
No soy intelectual ni periodista, pero sí creo que el ejercicio de redactar las ideas y ponerle palabras a los sentimientos ayuda a aclarar el pensamiento.
An intellectual will not find in the journalistic work but a gymnastic that strengthens. Ruben Dario
I am not an intellectual nor journalist, but I do believe the work of write down ideas and putting words to the feelings helps to clarify the thoughts.

sábado, 24 de enero de 2009

De viaje en el metro 2

El otro día entré al metro, no llevaba prisa, había quedado de ver a alguien sin especificar hora, así que podía llegar cuando yo quisiera y disfrutar de mi paseo sin tener que empujar gente ni desesperarme por la lentitud del tren (¿?)
Había mucha gente, sólo viajaría 3 estaciones, así que no me importó subirme al vagón a pesar de que no hubiera lugar para sentarse. El metro avanzó las tres estaciones que yo necesitaba me bajé y caminé hacia la salida, de pronto... BUUUMMM
Me di la vuelta y vi que el metro se había quedado sin luz, la gente adentro de los vagones estaba bastante apretujada; pero nadie se movía, me detuve a ver el espectáculo con una gran sonrisa en mi cara. El chofer del metro se bajó y empezó a hablar con otra persona, mientras que alguien parecía tratar de arreglar la falta de energía. Hacía calor, aún así la gente apachurrada no se movía, las puertas del metro estaban abiertas, y la situación iba a durar un rato, la gente no se atrevía a salirse de los vagones, tanta es la histeria de no querer perder un lugar, y la gente que estaba parada sólo asomaba sus curiosas cabezas tratando de ver qué sucedía.
Me divertí mucho, aunque supe que si yo hubiese estado adentro del vagón esperando llegar pronto a algún lugar no me habría reído tanto como lo estaba haciendo. Saqué mi celular y tomé dos fotos, pude ver como la gente me maldecía, yo disfrutaba de la situación mientras toda esa gente (más de 1000 personas estoy segura) apretujada y acalorada en el metro esperaban que la situación de arreglara pronto. Me alegré al pensar que se había descopuesto justo después de haberme dejado en la estación que yo necesitaba y supuse que no debía desperdiciar el valioso tiempo que la casualidad de la vida me había regalado, después de darle un última mirada me di la vuelta y empecé a caminar, unos pasos después escuché que el metro volvía a tener energía,
sonreí.

1 comentario:

  1. hola yoya me dio bastante gusto encontrarte por blogger¡¡ y darme cuenta de tus historias divertidas del metro..
    yo también tengo miles.. pero sobre esos genios y divertidos actores cómicos que se suben en la linea dos del metro todos los días..
    espero que sigas escribiendo así :]
    y espero verte pronto..

    saludos y buen inicio de semestre

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