Rubén Darío

Un intelectual no encontrará en la tarea periodística sino una gimnasia que lo robustece. Rubén Darío
No soy intelectual ni periodista, pero sí creo que el ejercicio de redactar las ideas y ponerle palabras a los sentimientos ayuda a aclarar el pensamiento.
An intellectual will not find in the journalistic work but a gymnastic that strengthens. Ruben Dario
I am not an intellectual nor journalist, but I do believe the work of write down ideas and putting words to the feelings helps to clarify the thoughts.

sábado, 16 de enero de 2010

Monte calvo

Sin afán de que este blog se convierta en una crítica constante al teatro pretendo publicar mi opinión sobre las obras del Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro que tenga la oportunidad de ver.

Compañía: Adrán Alarcón
Autor: Jairo Aníbal Niño
Dirección: Oscar Alejandro Aguirre
Género: Tragicomedia
Clasificación: Todo público
Reparto:
Oscar Alejandro Aguirre
Adrián Alarcón
Martín Pretalia

Sinopsis:
Sebastián, un ex-soldado, y Canuto, un ex-payaso, esperan a un ex-coronel para pedirle dinero y poder comprar algo para comer. Mientras esperan, Sebastián defiende su postura, su orgullo por haber participado en la guerra y haber sido condecorado. Canuto, con una mezcla de ingenuidad e ingenio, responde a todos los argumentos del soldado, en un intento por hacerlo entender la terrible inutilidad de la guerra; a su vez, recuerda su paso por el circo y lo satisfactorio que resultaba hacer feliz a la gente. Al final llega el Coronel. La obra tiene un final sorpresivo que lleva al soldado a entender el mensaje de Canuto.

En general me encantan las obras en las que la escenografía no es muy elaborada, y en este caso un montón de basura esparcido por todo el escenario y unos cuantos botes de basura bastaban para demostrar las condiciones en las que se realizaría la obra. Dos personajes, tan distintos uno de otro, uno ingenuo e ignorante, el otro tal vez igual de ignorante pero dándose aires de saber más de lo que de verdad conoce, defendiedo la causa sin saber realmente cuál era la causa, y sin poder contestar acertadamente ante la afiración de su compañero cuando le dice que lo único que ganó fué una pata rota y una medallita que nada vale.
Mientras Canuto sólo trata de sobrevivir al hambre y al frío, y recuerda aquellos tiempos en que disfrutaba de poder hacer algo para hacer feliz a la gente y además ganarse la vida, hasta que notó la indifernecia de la gente, la crueldad, al no tener el corazón para evitar las carcajadas ante la desgracia de las demás personas. Pero siempre refugiándose en su flauta, la única cosa que mantiene consigo, porque como él mismo dice la música sirve para entretener al hambre y se divierte entreteniendo canciones que no riman.
Los dos recordando antiguas glorias, Canuto resignándose a que así ha vivido siempre, Sebastián tratando de demostrar que vale más, pero al fianl los dos están 'igual de jodidos' como Canuto le contesta a su compañero.
Al fin llega el coronel, su única esperanza para conseguir dinero y comprar comida, el coronel resulta ser todo un personaje, afectado por la guerra, y deben seguirle la corriente en un juego peligroso, el juego de la guerra, y lo harán sólo por conseguir comida.
Entre carcajadas, reflexiones y cierto grado de enojo se llega al final de la obra, con un final que me dejó con la boca abierta de sorpresa, sin ser capaz de gritar, un grito ahogado al que todo el público se unió, dejando la misma enseñanza que a Sebastián, la guerra es un acto inútil, incomprensible y desesperante.
'Compadre Dios, tú tienes la culpa de vivir solo, porque tu casa está re-lejos' son las palabras que se escuchan mientras la luz del teatro empieza a apagarse y se funde con los aplausos del público.
La obra me encantó.

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