Nuestra historia podría contarse o dividirse según tus distintos cortes de cabello...
El primero: con el que te conocí, con el que te recuerdo cada que vienes a mi mente y definitivamente el que más me ha gustado. Con ese corte te vi llegar muchas veces después de haber esperado tanto, te abracé, y jugué con tu cabello. Los mejores recuerdos que tengo de ti son cuando tenías ese corte y ese corte hacía que una de las cosas que más me gustaran de ti fuera tu cabello.
El segundo: me recuerda aquella época extraña, en la que no sabía lo que querías de mi, y tal vez cuando ni yo misma sabía lo que quería de ti, o de mi. Casualmente te lo hiciste justo antes de que comenzara una pesadilla, casi al mismo tiempo en el que un día cínicamente me sacaste de tu camino y cuando comencé a darme cuenta de que estar contigo se había convertido en un juego muy peligroso, porque simplemente no parecía importante cómo me hacías sentir.
El tercero: la primera vez que te vi con ese corte fue la última vez que te vi en la forma en la que antes lo hacía, después de eso no volvimos a vernos, ni a platicar como antes, ni a abrazarnos, ni a besarnos. Es definitivamente el que menos me ha gustado y con el que cuando te vi casi ni te reconocí, porque a pesar de que actuabas justo como yo sabía que lo harías, parecía que estaba viendo a una persona totalmente extraña. Imposible que esa persona fuera la misma que un día me había abrazado y con quien había compartido tanto.
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