Gusi y su pimiento

Gusi murió, porque es un gusano y no viven mucho, pero hay dos anécdotas sobre Gusi que me gustaría que quedaran aquí.

El primer hogar de Gusi fue un cacho de pimiento morrón en el cual fue encontrado, pero siendo Gusi un gusano muy tragón que lo único que hacía era comer, comer y comer, pronto se terminó su cacho de pimiento. Así pues comenzamos a darle chayote, calabaza y hojas de árboles, las cuales Gusi no aceptaba comer, y comenzó a caminar como loquito por todo su toper buscando comida desesperadamente.
Mi mamá, mi hermana y yo, que habíamos adoptado a Gusi gustósamente nos preocupamos, sabíamos que lo único que Gusi aceptaría comer sería pimiento morrón, así pues, temiendo que Gusi no sobreviviría la noche sin comer, nos lanzámos presurosas a comprarle un pimiento morrón al Wal-Mart más cercano (sí, fuimos al Wal-Mart sólo a comprar un pimiento para Gusi!).
Después colocamos Gusi en su nuevo pimiento y lo escondimos de mi prima (la misma que lo torturó con el cuchillo), porque insistía en molestarlo.
Gusi entró ese día al pimiento para nunca más salir, pero cuando recogí el pimiento estaba totalmente sin corazón (que es lo único que comía Gusi), así que puedo estar segura que de hambre no murió.
Sé que es bizarro tener un gusano de mascota, y honestamente no creí que durara mucho. Pero la verdad es que me gustan mucho los animalitos y estoy convencidísima que los insectos son los únicos que difícilmente se dan cuenta de que están en cautiverio (los bichitos voladores no cuentan), y por eso ver a cualquier animalito en cualquier tipo de jaula, pecera, etc, hace que me duela mi corazoncito, que mis tripitas se revuelquen y que mis ojitos se pongan llorosos. Sí!!! hasta ver un pez encerrado me duele!!!
No dudo que hay quienes sí cuidan a sus mascotas... peeero... siendo ese otro tema... termino pues...