Rubén Darío

Un intelectual no encontrará en la tarea periodística sino una gimnasia que lo robustece. Rubén Darío
No soy intelectual ni periodista, pero sí creo que el ejercicio de redactar las ideas y ponerle palabras a los sentimientos ayuda a aclarar el pensamiento.
An intellectual will not find in the journalistic work but a gymnastic that strengthens. Ruben Dario
I am not an intellectual nor journalist, but I do believe the work of write down ideas and putting words to the feelings helps to clarify the thoughts.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Diarios de un viaje - Copacabana


(No el de Brasil, el de Bolivia)
Pueblito pequeño. Justo frente al lago Titicaca, lo mejor del trayecto para llegar allá es el barquito al que uno se debe de subir para cruzar una parte del lago y donde el autobús también se sube a un bote-para-autobuses y cruza el lago. Jamás en la vida había visto a un autobús sobre un barquito tan improvisado meneándose junto con el vaivén del agua del lago, en cualquier momento yo esperaba que el barquito cediera y se hundiera junto con nuestro tambaleante transporte, pero no sucedió.
Hacía frío, pero ya estaba yo acostumbrándome a ese clima de frío mientras no hay sol y calor extremo en cuanto sale. Lo triste fue nuestro hostal donde conseguir agua caliente resultó imposible.
El pueblito se puede caminar cómodamente, probablemente lo más interesante sea el lago Titicaca y un mercadito donde se puede probar lo que la gente de allá está acostumbrada a comer, según escuché también se puede uno ir caminando a una iglesia o algo parecido arriba de un cerro, nosotros no teníamos tiempo, sería una visita de un solo día. Nuestras compras en el mercadito incluyeron platanitos secos, fruta, pan y algo de jamón para hacernos unos sándwiches para desayunar.
En el lago Titicaca se puede visitar la Isla del Sol y la de la Luna, nosotras sólo fuimos a la del Sol, pasamos todo el día allá. Existía la opción de cruzar toda la isla caminando, pero nos advirtieron que los pueblerinos a mitad de la isla cobraban por pasar, decidimos ahorrarnos eso y tomamos el botecito que nos llevaba al otro lado de la Isla.
Increíble la Isla del Sol, fue el primer lugar donde vimos una zona arqueológica de los incas y desde entonces noté la diferencia con las demás zonas arqueológicas que hasta entonces había visitado, claramente todas dentro de México.
Me gustó perderme en el laberinto de casas, y quedarme viendo un buen rato el azul del Lago Titicaca, subir la escalera del inca sentirme en un lugar tan distinto a cualquier otra cosa que hubiera visto.
No pude sacar dinero en Copacabana, porque el cajero decía que fallaba conexión, así que la última oportunidad de comprar cosas súper baratas se me escapó allí, no me angustié mucho, seguramente en Machu Picchu encontraría algo que valdría más.
Sí regresaría a Copacabana, para conocer también la Isla de la Luna, y tal vez aventurarme a pasar una noche en la Isla del Sol, sólo para decir que he dormido viendo el lago Titicaca, pero definitivamente tendría que asegurarme que en el hostal sí habrá agua caliente e Internet.
Regresando de la Isla del Sol tomamos nuestro autobús a Puno.

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