Te dije: Asómate por la ventana y vas a ver la luna, está hermosa.
Dijiste: Si me asomo más de la cuenta y me caigo será tu culpa, eh?
Te dije: No te caes, yo te detengo, siempre.
Dijiste: Oh, bonitas palabras las tuyas.
Si supieras que son mucho más que palabras, si supieras que son una promesa...
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