Me puse roja, y agradecí que en el lugar no hubiera tanta luz como para que se notara la vergüenza que en esos momentos sentí.
- Eres hermosa, con todo y que te pongas roja- me dijo de nuevo.
Yo sólo reí.
No
es que cualquier cumplido haga que me ponga colorada, fue más bien el
modo en que lo dijo. Desde hace ya mucho tiempo me di cuenta de que la
mayoría de los cumplidos son trillados, clichés, nada ingeniosos y muy
pocas veces sinceros. Por lo tanto sólo agradezco aquellos cumplidos que
vale la pena guardar en mi memoria.
La razón de porqué
me puse roja fue por el modo en que fue dicho, yo estaba hablando, con
toda la pasión con la que a veces me embriago cuando me pongo a analizar
la vida, el futuro, la sociedad (sobretodo en los último meses), estaba
tratando de defender mis ideas, y hablaba cuidando mis palabras, para
realmente expresar mi punto. Su comentario salió de la nada, casi como
si hubiera dicho: Qué buen clima.
Que alguien te diga
que te ves hermosa, en un día en que sientes que amaneciste con cara de
que la vida no te quiere, es de por sí halagador; pero que lo haga
alguien con tal espontaneidad, y sinceridad, lo es más.
Me
puse roja porque sé que no hablaba de mi cara, o mi cuerpo, como tantas
veces sucede. Él se refería a mi, a mi alma, mis ideas, la forma de
expresarme, en ese momento él realmente me vio, y dijo que era hermosa.
Es muy poca la gente que puede realmente traspasar la barrera de lo
físico y ver lo que hay detrás. Me avergoncé porque sentí de pronto que
estaba viendo mi alma, con todos sus baches, con sus defectos y demás, y
aún así decía que le parecía que era hermosa.
No pude
verle la cara en el resto del día, tanta vergüenza seguía sintiendo por
el hecho de que me hubiera sorprendido tan transparente ante él, tan
vulnerable.
Luego me puse triste, porque comprendí que
hay muy pocas personas que ven realmente quién soy, y más pocas aún las
que ven quién soy y que les parece que soy hermosa.
¿Porqué no puedo querer a alguien así? Alguien que realmente le guste quién soy, y no solamente por cómo me veo.
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